San Cipriano es una reserva natural situada en el pleno corazón de la selva del Litoral Pacífico, a unas dos horas de la ciudad de Santiago de Cali, yendo hacia Buenaventura. El aire, como en cualquier selva, es húmedo, caliente y llena de vida todo lo que encuentra en su camino. Esta es la segunda región del mundo con tanto grado de humedad.
En San Cipriano las brujas sí existen
En Colombia, existen diferentes formas de transporte, en su mayoría bastante típicas para cualquier ciudadano del mundo, pero hay también un transporte exclusivamente selvático, conocido como las brujitas.
Desde casi 40 años, los turistas que llegan a Córdoba, Valle del Cauca, para desplazarse a los charcos cristalinos y la reserva natural del río Escalerete en San Cipriano, tienen que preparase para un viaje sacado de un cuento de hadas. Las brujitas constituyen el único medio de transporte que permite acceder a este lugar tan especial.
La brujita es una especie de carrito con plataforma de madera y balineras bien ajustadas que le ayudan a deslizarse por los rieles del tren. Hace unos años, para moverlas, se utilizaba un palo de madera con el que el conductor empujaba el vehículo. Sus chancletas servían de frenos.
La brujita es una especie de carrito con plataforma de madera y balineras bien ajustadas que le ayudan a deslizarse por los rieles del tren.
brujitas empezaron a volar más rápido. En vez de un palo de madera, en la plataforma, se colocó una moto que impulsa este interesante medio de transporte.
Viajar en una bruja es volver a los tiempos de la infancia, zambullirse en un cuento de hadas y volar hasta el corazón de la selva.
Así, en las brujitas, se llega al poblado. De subida son unos 30 minutos, de bajada 20 minutos y en total los seis kilómetros. El camino va entre la selva. El viento golpea los rostros, se escuchan los cantos de aves, chillidos de micos y conciertos de cigarras. La misma bruja hace un ruido tremendo. Pero es un viaje realmente emocionante…
El recorrido no es muy seguro. Por la misma carrilera, por donde vuelan clandestinamente las brujitas, pasa dos veces al día el tren llevando las mercancías al puerto de Buenaventura. Los conductores aseguran que saben perfectamente a qué hora pasa el tren, pero es mejor estar preparado y apenas uno escucha el pito del tren, es mejor saltar de la brujita y tirarse hacia un lado, encima de las plantas, espinas, bichos y quién sabe qué más.
La vida de los habitantes de San Cipriano está vinculada al agua del río. Estos lazos son muy estrechos. Desde el día del nacimiento, los niños empiezan la convivencia con el río que no solamente es el elemento indispensable del paisaje, sino un amigo que acompaña, da alivio, abastece en agua limpia, murmulla las canciones de cuna.
Saliendo del poblado, encontramos varios charcos (Charco Azul, Charco del Diablo, Charco Balastrera, etc.) de agua cristalina, verde, transparente. Hay que tener mucha precaución por el tiempo y en caso de lluvia que en una selva es muy frecuente, no entrar al río. En el día soleado, es posible alquilar neumáticos y flotar por el río de un charco al otro pasando por la selva del Pacífico que como una pared alta bordea el río.
Estar en San Cipriano es adentrarse en la selva; nadar en aguas cristalinas, flotar en un neumático como niño por un río y sentirse de regreso “en el vientre de nuestra madre” , Naturaleza
El rió fluya mostrando la pureza de sus aguas cristalina alimentando una selva adornada de colores de aves y flores, arruyada por el canto de las aves que son acompañadas por a el grito de los monos que deambulan por la rivera del rió
sus transparentes aguas permiten ver el rió alfombrado de piedras de colores y la pureza del agua provoca beberla hasta hartarse de naturaleza pura y verdor de selva.
El Fresco rió de San Cipriano, nos deja recordar los antiguos paseos de olla que se realizaban antaño donde asistían los vecinos de la cuadra o en familia y se cocinaba a la orilla un delicioso sancocho de gallina, o los que íbamos con los compañeros del barrio, los panas y llevavamos el atado de arroz, papa y carne.
Diversión para chicos, Jóvenes y grandes, presentan sus charcos a lo largo de su hermoso rió, balnearios de frescas aguas que son aprovechados por propios y extraños. San Cipriano es un espectacular sitio turístico donde el relax saca pitado al estrés y se llena de sensaciones y delicias espirituales que regresamos reconfortados por la paz y serenidad de sus paisajes.
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